Historia de Criminalistica
Historia
La primera disciplina percursora de la crminalistica fue lo que en la actualidad se conoce como dactiloscopia; ciencia que estudia las huellas dactilares y nace de la mano de la medicina forense, en tormo al siglo XVII.
kia kung-Yen: historiador chino de la dinastía tang, en el año 650, hizo mención a la identificación mediante las impresiones dactilares y de aquí se deduce que en año 650 ya utilizaban estos métodos.
Muchos años después, en el 1575 otra ciencia percursora; la ciencia legal, iniciada por el francés Ambroise Paré y desarrolado por Paolo Sacchias en 1651.
Ottrolenghi y Alongi, en 1899 fundaron una revista llamada
Polizia Scientifica. Lombroso, Ferri y Alongi solicitaron una Policía Judicial
Científica en Italia.
El más ilustre y distinguido criminalista de todos los
tiempos es Hanns Gross (1847-1915), se le considera el padre de la
criminalística. A él se debe la generalización del término criminalística con
el que se refería al «análisis sistemático de las huellas dejadas por el
culpable». Ejerció el cargo de magistrado y fue profesor de Derecho penal en
las universidades de Czernowitz y Graz. La elaboración del Manual del Juez como
Sistema de Criminalística le llevó 20 años de experiencias e intensos trabajos.
En 1912 inauguró el "Real e Imperial Instituto de Criminología de la
Universidad de Graz", único a escala mundial. Los resultados de su trabajo
fueron determinantes hasta bien entrado el siglo XX y su método científico, conocido
bajo el nombre de "escuela criminológica de Graz", le hizo famoso en
todo el mundo
En México, el profesor Carlos Roumagnac escribía en 1904 los
primeros fundamentos de Antropología Criminal. Constancio Bernaldo de Quiroz en
España, redujo a tres las fases de formación y evolución de la policía
científica en 1908. En enero de 1920, el profesor Benjamín Martínez fundó en la
Ciudad de México el gabinete de identificación y el laboratorio de
criminalística en la entonces jefatura de Policía del Distrito
Federal. En 1928 el criminalista francés Edmon Locard
enuncia el "Principio de intercambio de Locard", que dice que
«siempre que dos objetos entran en contacto transfieren parte del material que
incorporan al otro objeto». El principio ha permitido obtener indicios
relevantes en numerosos lugares, desde huellas en el barro o sus restos en
neumáticos y calzado, hasta huellas dactilares o restos en las uñas. En 1935,
Carlos Roumagnac, Benjamín Martínez, Fernando Beltrán y otros, instituyeron una
escuela para policías en la que se enseñaba criminalística. En 1938, el Dr.
José Gómez Robleda implantó la aplicación de la Criminalística en la
Procuraduría General de Justicia en el D.F.
En la actualidad cabe destacar al biólogo y criminalista
alemán Mark Benecke (n. 1970), especialista en entomología forense.
Muy buen tema Mi estimado amigo recuerde que el exito es cuestión de perseverancia ,
ResponderEliminarBendiciones y luche por ello.
Buena onda Wilver y gracias por tus bendiciones he igual.
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